EMBARAZO PRECOZ
La
falta de apoyo, información y orientación en materia de salud reproductiva,
orientación y educación sexual para niñas y adolescentes, ha ocasionado que el
índice de embarazos en esta etapa de la vida se empiecen a considerar como un
problema de salud pública. Tan sólo la Organización Mundial de la Salud (OMS)
ha señalado que anualmente alrededor de 16 millones de niñas de entre 15 y 19
años dan a luz y en el caso de México en particular, la Encuesta Nacional de
Salud y Nutrición (ENSANUT) ha arrojado que para el 2011 por cada mil mujeres
37.0 corresponde a mujeres adolescentes, lo que se ha incrementado en
comparación con el 2005 en donde por cada mil mujeres 30.0 correspondían a
adolescentes. La adolescencia en sí es una tapa muy compleja de atravesar en el
ser humano, ya que si bien ya se cuenta con elementos suficientes para conocer
y entender como es el mundo que les rodea, su organismo atraviesa por muchos
cambios tanto físico como mentales, los cuales en muchas de las ocasiones no
comprenden al 100%; entre dichos cambios se encuentra el despertar y querer
iniciar una vida sexual activa, y para lo cual hay distintas opciones de
acuerdo a la educación que se le dé en el hogar, la escuela o de acuerdo a la
presión social en la cual se desenvuelva la adolescente.
QUÉ ES?
El embarazo precoz es un mal que cada vez más se está extendiendo en las
sociedades desarrolladas. Hasta no hace mucho, se pensaba que este tipo de
embarazos sólo se producían en los países del tercer mundo, pero en los últimos
años, con la libertad sexual que ha venido dándose en las sociedades del primer
mundo, cada vez más son las adolescentes que quedan en cinta antes de
estar completamente desarrolladas.
CAUSAS
Según la información
disponible en el Guttmacher Institute, tener prácticas
sexuales a los 25 años se considera un hábito normal en todo el mundo. En los
países con bajos niveles de embarazo en la adolescencia no se considera
adecuada la maternidad prematura, pero, sí las relaciones
sexuales entre
adolescentes por lo que se proporciona información completa y equilibrada sobre
la sexualidad y
se facilita la accesibilidad a los métodos anticonceptivos.
Además de la práctica sexual deseada y consentida pero
practicada sin métodos anticonceptivos también
existen comportamientos sexuales no deseados por los adolescentes que pueden
contribuir a incrementar los embarazos no deseados. Así, un estudio de la Kaiser
Family Foundation en
adolescentes de EE. UU. concluyó
que el 29 % de los adolescentes se sintieron presionados a tener
relaciones sexuales, el 33 % de los adolescentes sexualmente activos
creían que mantenían una relación en las que las cosas se movían demasiado
rápido en el aspecto sexual y el 24 % declaraba que había
'hecho algo sexual que realmente no quieren hacer.
Encuestas de 1977 y 2003 indicaban que la presión de los
compañeros es un factor que alienta, tanto a las adolescentes como
a los adolescentes, a tener relaciones sexuales.
CONSECUENCIAS
También es necesaria la
información y el apoyo por parte de los padres de los adolescentes en cuestiones relativas al sexo, relaciones y métodos anticonceptivos.
Los sistemas de prevención de embarazo en la adolescencia
vigentes en Holanda han servido de modelo para muchos
países europeos y lo son para otros muchos. En los estudios obligatorios y
especificados en los programas y planes de estudios se incluyen valores,
actitudes, habilidades de comunicación y negociación, así como los aspectos
biológicos de la reproducción.
Los medios de comunicación han alentado el diálogo abierto y
claro sobre las relaciones sexuales y el sistema de
salud garantiza el
acceso a los métodos anticonceptivos así como la absoluta confidencialidad.En España,
el Grupo PrevInfad ha hecho recomendaciones de manejo del problema y ayuda a adolescentes
basadas en la identificación de actitudes, conocimientos y habilidades, y en el
consejo, con el foco de interés en la prevención del embarazo no deseado y las
infecciones de transmisión sexual.
En los países denominados en desarrollo, los
programas de salud sexual comienzan a implantarse. Algunos
países como Indonesia y Sri Lanka han aprobados un marco normativo
sistemático para la educación sexual en las escuelas. Muchas organizaciones no gubernamentales como la International Planned Parenthood
Federation (Federación
Internacional de Planificación Familiar) prestan asesoramiento sobre métodos anticonceptivos para las mujeres jóvenes en todo el
mundo. Las leyes contra el matrimonio de niños han reducido pero no eliminado estas
prácticas. La mejora social de la mujer, mediante la alfabetización,
la educación y la protección legal de sus derechos en igualdad al hombre han
dado lugar a un aumento en la edad del primer parto en áreas como la Irán, Indonesia,
y el estado indio de Kerala.
PREVENCIÓN
Medidas
de prevención
El embarazo adolescente se previene, no se cura. A partir
desde esa premisa los padres pueden ayudar a sus hijos a transitar por una
sexualidad responsable, las conversaciones respecto a la importancia del
correcto uso de métodos
de protección(no sólo por el embarazo sino también por las ETS)
y abrir los espacios para las dudas adolescentes puede hacer la diferencia en
la vida de los hijos.
Es común escuchar en charlas con adolescentes que ellos
sienten “vergüenza” al
hablar de sexualidad con sus padres. Esta incomodidad basada en la sensación de
que serán reprendidos por su curiosidad sexual los aparta de los consejos
paternos, dejándolos a merced de información compartida entre pares y
exponiéndolos de forma innecesaria a conductas de riesgo.
Educación en la escuela
Los padres deberían exigir que en las escuelas se
hable de sexualidad como de cualquier otro tema relevante para la vida de los
estudiantes. El poder generar un espacio abierto al diálogo, guiado por un
adulto capacitado permite que los jóvenes expresen sus dudas al interior del
grupo de pares donde, por cercanía de edades e intereses, se sienten más
cómodos que preguntándolo en sus casas.
La posibilidad de tener un docente instruido debe ser
vista como una alternativa
saludable en pos de disminuir las tasas de
embarazo adolescente y no como una ofensa a la moral o a los valores familiares
que prefieren no hablar de sexualidad con sus hijos.
Asumir de mejor manera la
noticia
En el caso que el embarazo adolescente llegue a
concretarse es importante que, los futuros padres, cuenten con el apoyo de su
familia. Cuando las cosas están hechas no se puede pedir que no hayan sucedido,
el rol del adulto pasa por enseñar a asumir con responsabilidad las
dificultades que en la vida se presentan.
Lo peor en estos momentos es actuar motivados por la ira.
Si bien es cierto que un embarazo adolescente derrumba los planes que los
padres tenían pensado para sus hijos, es más cierto que los proyectos que se
derrumban son los de aquel adolescente que ahora debe asumir responsabilidades para
las que no está preparado.
La experiencia de los padres debe ser traspasada a los
hijos de la mejor manera posible. Acompañarlos en las decisiones médicas es
fundamental, considerando que el embarazo adolescente acarrea riesgos
en la salud de la futura madre y su bebé. No se trata
de vivirlo como un nuevo hijo de la pareja, sino ubicar las labores que aquel
adolescente debe aprender ahora que será padre.