martes, 8 de noviembre de 2016

EMBARAZO PRECOZ

La falta de apoyo, información y orientación en materia de salud reproductiva, orientación y educación sexual para niñas y adolescentes, ha ocasionado que el índice de embarazos en esta etapa de la vida se empiecen a considerar como un problema de salud pública. Tan sólo la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que anualmente alrededor de 16 millones de niñas de entre 15 y 19 años dan a luz y en el caso de México en particular, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) ha arrojado que para el 2011 por cada mil mujeres 37.0 corresponde a mujeres adolescentes, lo que se ha incrementado en comparación con el 2005 en donde por cada mil mujeres 30.0 correspondían a adolescentes. La adolescencia en sí es una tapa muy compleja de atravesar en el ser humano, ya que si bien ya se cuenta con elementos suficientes para conocer y entender como es el mundo que les rodea, su organismo atraviesa por muchos cambios tanto físico como mentales, los cuales en muchas de las ocasiones no comprenden al 100%; entre dichos cambios se encuentra el despertar y querer iniciar una vida sexual activa, y para lo cual hay distintas opciones de acuerdo a la educación que se le dé en el hogar, la escuela o de acuerdo a la presión social en la cual se desenvuelva la adolescente.

QUÉ ES?


El embarazo precoz es un mal que cada vez más se está extendiendo en las sociedades desarrolladas. Hasta no hace mucho, se pensaba que este tipo de embarazos sólo se producían en los países del tercer mundo, pero en los últimos años, con la libertad sexual que ha venido dándose en las sociedades del primer mundo, cada vez más son las adolescentes que quedan en cinta antes de estar completamente desarrolladas.

CAUSAS

Según la información disponible en el Guttmacher Institute, tener prácticas sexuales a los 25 años se considera un hábito normal en todo el mundo. En los países con bajos niveles de embarazo en la adolescencia no se considera adecuada la maternidad prematura, pero, sí las relaciones sexuales entre adolescentes por lo que se proporciona información completa y equilibrada sobre la sexualidad y se facilita la accesibilidad a los métodos anticonceptivos.
Además de la práctica sexual deseada y consentida pero practicada sin métodos anticonceptivos también existen comportamientos sexuales no deseados por los adolescentes que pueden contribuir a incrementar los embarazos no deseados. Así, un estudio de la Kaiser Family Foundation en adolescentes de EE. UU. concluyó que el 29 % de los adolescentes se sintieron presionados a tener relaciones sexuales, el 33 % de los adolescentes sexualmente activos creían que mantenían una relación en las que las cosas se movían demasiado rápido en el aspecto sexual y el 24 % declaraba que había 'hecho algo sexual que realmente no quieren hacer.
Encuestas de 1977 y 2003 indicaban que la presión de los compañeros es un factor que alienta, tanto a las adolescentes como a los adolescentes, a tener relaciones sexuales. 

CONSECUENCIAS


También es necesaria la información y el apoyo por parte de los padres de los adolescentes en cuestiones relativas al sexo, relaciones y métodos anticonceptivos.
Los sistemas de prevención de embarazo en la adolescencia vigentes en Holanda han servido de modelo para muchos países europeos y lo son para otros muchos. En los estudios obligatorios y especificados en los programas y planes de estudios se incluyen valores, actitudes, habilidades de comunicación y negociación, así como los aspectos biológicos de la reproducción. Los medios de comunicación han alentado el diálogo abierto y claro sobre las relaciones sexuales y el sistema de salud garantiza el acceso a los métodos anticonceptivos así como la absoluta confidencialidad.En España, el Grupo PrevInfad ha hecho recomendaciones de manejo del problema y ayuda a adolescentes basadas en la identificación de actitudes, conocimientos y habilidades, y en el consejo, con el foco de interés en la prevención del embarazo no deseado y las infecciones de transmisión sexual.
En los países denominados en desarrollo, los programas de salud sexual comienzan a implantarse. Algunos países como Indonesia y Sri Lanka han aprobados un marco normativo sistemático para la educación sexual en las escuelas. Muchas organizaciones no gubernamentales como la International Planned Parenthood Federation (Federación Internacional de Planificación Familiar) prestan asesoramiento sobre métodos anticonceptivos para las mujeres jóvenes en todo el mundo. Las leyes contra el matrimonio de niños han reducido pero no eliminado estas prácticas. La mejora social de la mujer, mediante la alfabetización, la educación y la protección legal de sus derechos en igualdad al hombre han dado lugar a un aumento en la edad del primer parto en áreas como la Irán, Indonesia, y el estado indio de Kerala.

PREVENCIÓN


Medidas de prevención
El embarazo adolescente se previene, no se cura. A partir desde esa premisa los padres pueden ayudar a sus hijos a transitar por una sexualidad responsable, las conversaciones respecto a la importancia del correcto uso de métodos de protección(no sólo por el embarazo sino también por las ETS) y abrir los espacios para las dudas adolescentes puede hacer la diferencia en la vida de los hijos.
Es común escuchar en charlas con adolescentes que ellos sienten “vergüenza” al hablar de sexualidad con sus padres. Esta incomodidad basada en la sensación de que serán reprendidos por su curiosidad sexual los aparta de los consejos paternos, dejándolos a merced de información compartida entre pares y exponiéndolos de forma innecesaria a conductas de riesgo.
Educación en la escuela
Los padres deberían exigir que en las escuelas se hable de sexualidad como de cualquier otro tema relevante para la vida de los estudiantes. El poder generar un espacio abierto al diálogo, guiado por un adulto capacitado permite que los jóvenes expresen sus dudas al interior del grupo de pares donde, por cercanía de edades e intereses, se sienten más cómodos que preguntándolo en sus casas.
La posibilidad de tener un docente instruido debe ser vista como una alternativa saludable en pos de disminuir las tasas de embarazo adolescente y no como una ofensa a la moral o a los valores familiares que prefieren no hablar de sexualidad con sus hijos.
Asumir de mejor manera la noticia
En el caso que el embarazo adolescente llegue a concretarse es importante que, los futuros padres, cuenten con el apoyo de su familia. Cuando las cosas están hechas no se puede pedir que no hayan sucedido, el rol del adulto pasa por enseñar a asumir con responsabilidad las dificultades que en la vida se presentan.
Lo peor en estos momentos es actuar motivados por la ira. Si bien es cierto que un embarazo adolescente derrumba los planes que los padres tenían pensado para sus hijos, es más cierto que los proyectos que se derrumban son los de aquel adolescente que ahora debe asumir responsabilidades para las que no está preparado.
La experiencia de los padres debe ser traspasada a los hijos de la mejor manera posible. Acompañarlos en las decisiones médicas es fundamental, considerando que el embarazo adolescente acarrea riesgos en la salud de la futura madre y su bebé. No se trata de vivirlo como un nuevo hijo de la pareja, sino ubicar las labores que aquel adolescente debe aprender ahora que será padre.